SAL DE LAS CUERDAS
Pocas personas lo saben, pero soy un amante del boxeo,
aunque no lo practicaría jamás en la vida real, disfruto de los grandes encuentros
de ese género deportivo.
Durante un encuentro de boxeo muchas veces llega un momento
donde el contrincante te lleva a una esquina, para dominar al adversario, allí justo
te tiene a su merced, siente que tiene el poder en sus manos de darte con todo
y propiciar la mejor paliza épica que pueda recibir el otro hasta intentar
tumbarlo en un knockout magistral y tenderlo en la lona (así lo llaman los
versados en el tema).
Mi analogía de hoy con el boxeo se trata de extrapolarla a
la vida misma, todos los días aparecen adversarios y situaciones que buscan desesperadamente
llevarte a la esquina y darte con todo, pareciera que conocieran tus puntos
débiles, para darte con más ímpetu justo allí, para doblegarte, para que tus
ojos se enrojezcan, para que hasta lo más guapo de ti sea débil ante tanto
ataque bestial, tienes que saber defenderte, pero entre tanto buscas en tu baúl
de herramientas buscas cual es el contra golpe apropiado debes SALIRTE DE LAS CUERDAS, quedarte allí sería servir
en bandeja de plata a tu adversario la caída inminente, no seas tonto, huye, no
es cuestión de cobardía si no de inteligencia.
Nadie puede defenderse sanamente mientras le están cayendo a
palo, porque entre el dolor que causa los golpes, la pena de mostrarte perdiendo
ante los demás, no te da tiempo a pensar como defenderte, tienes que salir de allí,
tomar un segundo aire y planear tu estrategia de re-ataque, intentar sanar la
golpiza y analiza como debes proceder.
A diario nos conseguimos con situaciones así, a mi me
pasa, he tenido que aprender a escapar, no por cobarde si no por
inteligente (ya lo dije), para replantear mi estrategia y ver como puedo
vencer esa adversidad, no es fácil, te cuestionarán, pero… no importa, en ese cuadrilátero
de la vida estás tu y la adversidad, nadie se sube a lanzar un puñetazo por ti,
más bien hay gente loca por tirar la toalla por ti, para declarar pérdida la batalla.
Cuando te toquen esas batallas épicas, recuerda que tu
fuiste formado como guerrero, incluso que fuiste dotado de todas las
herramientas para vencer el adversario, si te toca perder, pues es porque el
otro pudo estar mejor preparado que tu o te cogieron desprevenido pero la próxima
batalla será mejor y ahora tendrás la experiencia para vencer, siempre hay una
segunda vez, siempre.
Salir de las cuerdas no te hace cobarde, sépalo, amigo
lector.
#nodgard
#25-05-2021
Comentarios
Publicar un comentario