LA CULPA

En algún momento todos hemos experimentado ese sentimiento, algunas veces de forma injustificada, otras como una excusa para justificar una emoción producto de algo que va en contra de nuestros valores, principios o forma de pensar.

Es algo con lo que lidiamos más cotidianamente de lo que podemos hacer consientes, a veces la misma sociedad, nos hace “pecar”, el hecho que otros actúen de forma contraria a nuestra perspectiva o creencias, nos hace disparar una necesidad de no quedarnos detrás, con la excusa o argumento “si ellos lo hacen entonces pues yo puedo hacerlo, no me quedaré detrás, no tiene sentido”, es así como por competir muchas veces nos plegamos al común actuar de los demás.

Por ejemplo lo viví en mi más reciente viaje: En el avión recibimos la instrucción que no nos levantásemos del asiento hasta que por un orden nos llamaran a desembarcar, sin embargo al detenerse el avión todo el mundo se levantó, abrieron el área donde se guarda su equipaje de mano e hicieron una fila en el pasillo sin respetar las ordenes de los agentes de vuelo; Simplemente en mi pensar se disparó un sentir que si los otros eran desobedientes o “vivos” yo saldría de ultimo por respetar las reglas, decidí levantarme como los demás y tomar mis pertenecías y hacer la fila del desorden para integrarme a la viveza y común actuar de los demás para no quedarme detrás ni ser menos que ellos. Aun incluso criticándolos.

En el párrafo anterior, sentí culpa, pero aun así actué como la sociedad actuó, es un ejemplo de lo que el mismo actuar de los demás nos mueve a ser competitivos pero desacertado.

Hay tantos ejemplos que a diario vivimos, como por ejemplo NO DAR PASO a otro carro en una fila porque sentimos que deben hacer toda la fila como los demás o como yo, perdemos la cortesía por ser competitivos o aplicar nuestra justicia mental ante ese hecho de aprovechamiento.

Igual pasa cuando estamos en dieta y nos damos el “permiso” de dar una excepción o “pegar un cachito” nos inventamos justificaciones para nuestra mente, como, por ejemplo: “la vida es una sola”, “un poquito no hace daño”, “mañana dejo de comer otra cosa” etc.

Existen infinitos momentos de sentir culpa, desde infidelidades, robar algo, estafar alguien, decir mentiras, ocultar verdades o medias verdades, etc. Las más delicadas es cuando nos auto engañamos.

Pero ¿cómo eliminar la CULPA? La mejor forma es actuar de forma consiente, es decir, que actuemos por decisión y convicción, cuando nosotros tomamos con absoluta responsabilidad nuestras acciones no hay culpa porque fue nuestro proceder real quien nos movió a accionar, no le dejamos nada al inconsciente y menos a copiar el modelo de los demás, si no por nuestro gusto, porque queríamos hacerlo y ya.

Yo puedo ayudarte a reprogramar tu mente y pensamientos, incluso tu perspectiva de vida y como ves el vivir diario y cotidiano, soy un terapeuta CODICA y puedo cambiar tu vida, contáctame a mi mail nodgard@gmail.com

#nodgard
#01-05-2022

Comentarios

Entradas populares de este blog