Engancharte o desengancharte al amor
En mi aprendizaje actual he entendido muchas cosas sobre el
amor, he conocido la desmitificación del amor, romper la creencia de lo sublime
del amor, no de lo bonito, si no de lo práctico y real.
¿Qué es el amor? Según
el modo popular, común o sistemática forma de creer y concebir; Se dice que el
amor son esas “maripositas que sientes en
el estómago”, se dice que se siente navegar entre nubes, que estas como
flotando, PERO
EN REALIDAD todo eso es paradigmático,
he aprendido que amor no nace, se hace,
y no me refiero al término “hacer el amor”
ligado al tema sexual.
El amor real es esa DECISIÓN
DE AMAR; de adquirir ese compromiso, conociendo que amar es todo un trabajo, motivado por el enamoramiento y bienestar,
mirémoslo como “ENGANCHARNOS EN AMAR”
como esos pestillos que existen detrás de algunas puertas, nosotros tomamos la
cadenita que tiene del otro lado una base incrustada o instalada en la pared
donde reposa el extremo opuesto de esa cadena para crear al menos una
resistencia a abrir la puerta ante ladrones o adversidades.
Así es el amor, Tomar la decisión de coger esa cadena con
absoluta responsabilidad y conciencia para unirla al otro extremo, porque así lo quisimos, porque eso nos
da seguridad, porque sentimos protección, porque sabemos que solo existe un lugar donde colocar el
extremo de la cadena que, aunque está allí suele esperarnos para que
conciliemos esa cadena con su base de la pared.
Amar no es solo pasión,
entiendo que la pasión y el sexo es pieza vital, porque el placer (hoy lo he entendido) alimentan nuestro ego, pero el amor
alimenta nuestro bienestar y éste último suele ser más consistente con el
tiempo y con la longevidad de una relación, definitivamente la pasión tiende a
enfriarse, las ganas de aventurar y vivir cosas nuevas también, pero cuando
amas percibes esa sensación de seguridad, de bienestar, de que lo hiciste bien
con la persona apropiada, si hoy por ejemplo, lo único que te mueve a estar con
alguien es lo bella que está, lo rica, o lo bien que hace el amor, piensa que
pasará cuando el tiempo pase, cuando lleguen las arrugas, la menopausia o andropausia
(según sea el caso), es como colar el
café, le sacas lo mejor, pero cuando solo quedé
“la borra” ¿qué harás? ¿Entonces solo “viviste
el momento” (mentalidad absolutista y conformista) ¿no te proyectas? ¿La
vida es hoy? lo sé, pero también si tienes suerte es futuro, es camino ¿acaso, descartarás
el camino? Recuerda algo TAMPOCO VAS A PODER DEVOLVER EL CAMINO
al pasado para revivirlo, entonces el futuro tiene peso, porque va a llegar y
vas a estar allí, no serás joven siempre, no tendrás vitalidad siempre, no querrás
emprender siempre, entonces el futuro existe con sus pro y contras.
El amor es una
inversión, una especie de terreno virgen, donde construirás tu casa, tu
imperio, tu reino, tu jardín, tus sueños, sabiendo que ello llevará tiempo,
pero lo mejor está al final del arco iris, quien te acompañe a construir es
pieza vital, no importa cuán diferente
sea, ella o él sembrará en el terreno papas y tu flores en otra área y se
corresponderán, NO TIENEN QUE SER IGUALES; solo apuntar al
mismo objetivo aunque ello implique ceder, sacrificar preferencias, pero AMAR
ES UNA Decisión, un trabajo hermoso que tiene la motivación de enamoramiento,
de las ganas que funcione, solo funciona si ambas personas quieren amarse en la
misma sintonía y vibrar en la misma frecuencia espiritual y emocional, con las
mismas ganas, con objetivos propios y comunes. Las individualidades NO TIENEN
CABIDAS de forma única en el amor, jamás debes perder tu esencia, tu propio
sueño, pero si decidiste unirte en el camino del amor a otro ser debes entender
que también debes soltar parte de lo tuyo, parte tus vivencias, de tus
paradigmas y formas de ver la vida, de actuar y más, NO POR COMPLACERLO, no por perder tu identidad es porque el amor es un negocio de alto riesgo,
donde ponemos nuestro capital, nuestro ego y esas pertenencias que creemos
valiosas con tal que funcione.
¿Quién no ha jugado a
la ruleta? El amor lo es, entre más dominemos el juego más posibilidades
tenemos de ganar, pero puede que la bolita caiga en otro número y perdamos,
pero solo allí sabemos cuánto amamos, para capitalizar esa pérdida como
aprendizaje y seguir jugando, a perder o ganar.
El amor se hace, es mi resumen ¿quieres jugar ese juego? ¿En
serio? ¿Estás preparado? Que comience
el juego entonces.
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