Todos solemos de alguna forma evitar los rollos de la vida, esas cosas que cotidianamente nos suelen involucrar en situaciones que NO nos hacen sentir cómodos, para no meternos en problemas, optamos por dejar que las cosas “fluyan” dejamos simplemente que el tiempo gobierne, el viento o que se yo se los lleven o que sucedan sin nuestra intervención.
Yo por ejemplo en mi vida cotidiana suelo no llevarle la contra a mi esposa y mi familia, les dejo que ellos actúen y saco de mi arsenal de verborrea la frase “como tu digas”, “has lo que creas prudente” y entierro mi verdadero sentir o punto de vista, todo ello buscando evitar los problemas o controversias.
He aprendido que soltando mi control dejo que sean otros los que apliquen su criterio, eso sin siempre y cuando ello no invada mi circulo de posesión, mi nivel de tolerancia absoluto, de mi radio de acción propio y supra personal, yo los dejo, algunas veces apostando a que se “estrellen” o triunfen y es que no tengo la verdad de todo, yo baso mis consejos en mi experiencia, en lo vivido, pero ¿Quién dice que eso es la verdad total? Pues con el tiempo he tenido que aprender que hay otras formas de hacerlo, ello viene de la base cognitiva que los demás tienes sus habilidades diferentes a las mías y que pueden enfrentar las situaciones de forma que sus valores y preparación los doten de otras herramientas para que a ellos si les funcionen.
Hoy por hoy intento no caer en dicotomías externas, dejo que la gente exprese su punto de vista, evito ser evangelizador, aunque ello implique morderme la lengua muchas veces, yo, en mi roll de coach me limito a decir: “yo lo haría así” pero el oyente determinará si mi perspectiva le sirve como arma para sumar a sus argumento para actuar; No tienen idea de cuantas veces me he equivocado, porque es qué misma fórmula no necesariamente es la de otros, a ti puede que no te resulte pero con los argumentos, la conciencia y la realidad de otra persona a ellos si les resulta, muy a pesar de tu critica o consejo.
No se trata en afincarte en imponer tu criterio, si no de entender que los demás también son humanos con habilidades que tú no tienes, me toca ver por ejemplo como mis hijos son mejores que yo a la hora de tomar un decisión y un camino, he aprendido a sentarme en las gradas como quien ve un buen juego y esperar el gol, no apuesto al error, si no al triunfo y me digo “wao no lo hubiera hecho así, pero le funcionó”, es que hay más de una forma de llegar a Roma, la mía es solo una más pero hay muchas y ellos la toman si quieren, ponerme cómico al intentar imponer mi camino es tonto, me costó la vida entenderlo, pero hoy por hoy lo aplico.
Te aconsejo que entiendas que no puedes controlarlo todo, si un buen día como yo, decides entregar el mandato o control en otros, déjalos que actúen, que vivan sus propias experiencias, tú puedes alertarlos, pero quien dice que lo que NO te funcionó a ti no les funcionará a ellos con sus “toques”.
Yo, por ejemplo, me he puesto como meta de vida que a mis 55 años me retiraré del protagonismo de mi empresa, para dar paso a la visión que espero haber sembrado en mi generación de relevo, mis hijos, mis ahijados y mis gerentes.
El conflicto lo creas tú, por tu resistencia, por tu mente obtusa y limitante de no concebir que existe más de un camino diferente, un nuevo estilo, que puede ser mucho mejor que el tuyo. Si no pues, la ciencia no hubiera funcionado y evolucionado, el arte y más. Alguien se atrevió en algún momento a hacerlo de forma diferente y esos fueron innovadores, revolucionarios (sanamente) y aunque tal vez tomaron como base el camino de otros, lo hicieron suyo y lo mejoraron, así pues, que ellos tienen el mérito que hicieron algo mejor que tú, aceptarlo y apóyalo.
#nodgard
#14-11-2022
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