EL PROVEEDOR 

(Salvador)  

Confieso que con el tiempo tuve que enfrentarme con la realidad social (por observación) es que uno de los roles más duros es que desempeñamos los hombres es que somos unos proveedores, nos toca jugar ese rol que algunas personas se lo endosan a la genética, hasta a la historia y la pre historia. 

Somos como protectores y es que desde tiempos de la pre historia el hombre salía a cazar para traer la comida a la casa mientras la mujer cuidaba a los hijos y limpiaba la “cueva”, que cosas tan remotas. 

Pero hoy, en la sociedad vigente las cosas, de un modo u otro modo siguen siendo así; Me tocó entenderlo por observación social, NO A LA MALA pues de una forma se disfruta y lo veo normal, no ha cambiado mucho la cosa. 

En una realidad contemporánea el macho sigue siendo un proveedor, la hembra busca un tipo que “resuelva” (segun las redes sociales y otros medios) desde las uñas, el pelo, la comida y más, lo irónico es que ahora se maneja el tema de feminismo y la igualdad de género donde supuestamente tenemos el mismo papel, pero no cambia la dependencia de ese precepto del "proveedor". 

Por momentos nos sentimos los hombres como un objeto de “cuanto tienes, cuantos vales” eso te califica o no para optar por una dama o “hembra” donde concursar por el honor de estar a su lado. 

Va desde una cena, una salida, una brindada, una prenda de oro, anillo, (el anillo pa’ cuando) hasta más allá, para determinar cuánto le das, un carro, una joya, un servicio de salón de belleza, masajes, botox, hasta una operación de senos, lipoescultura y más. Eso se transforma en una etérea prueba de “amor”, repito te califican como “ese tipo no resuelve o no". 

Y es que ahora (y tal vez desde siempre) los hombres hemos sido vistos en silencio como un ente que debe ser un aportador de bienes y servicios tal vez a cambio de sexo o atención o más. 

Eso nace incluso desde el hogar, cuando les dicen sus madres o padres “búscate un hombre con dinero, que te dé una buena vida” allí se entierran las aspiraciones propias del ser humano de sexo femenino, donde se les graba que tienen que tener un macho que sea la figura que les provea todo con poco o sin ningún esfuerzo. 

Yo pensé y sigo pensado que la pareja es una sociedad conyugal donde ambos aportan y crean un patrimonio que ambos disfrutan junto a su familia, bien sea por un emprendimiento por trabajos separados que aporten a cuentas bancarias comunales donde se generan recursos para cubrir los gastos cotidianos e incluso inversiones. 

Que rol más triste y desagradable cuando nos ponen a jugar ese papel con una cara oculta de INTERES donde no sabemos si pagamos por compañía, sexo o simplemente por el derecho de dormir con una mujer que nos atienda y nos de placer y bienestar. 

¿Qué pasaría si un mal día no tenemos recursos, acaso ellas podrán avanzar por nosotros, darán la cara por la familia, por los gastos? En ese juramento ante el altar dicen “En las buenas y en las malas, en la enfermedad y en la salud” ¿Dónde queda eso? 

En fin, despertemos, el matrimonio o la unión en pareja tiene un gran momento de pragmatismo, sin fantasías ni dibujitos o idealización, donde el hombre juega un rol de proveedor, tristemente si no tienes no sirves, si no aportas no eres el indicado. Así que amigos varones a ponerle ganas porque si no juegas el papel social te desvaneces en las ganas y el sueño del amor bonito. 

¿DURO NO? 

#Nodgard 
#01-09-2024