MOMENTOS DE GLORIA

Cuando tu edad avanza no puedes evitar el hecho de rememorar los momentos de grandeza, aquellos que suelen alimentar nuestro ego, justo los que nos sembraron las medallitas en el pecho.

Tengo muchos amigos que en cafés solemos sentarnos a mirar el pasado y extraer aquellas vivencias donde fuimos protagonistas, donde fuimos importantes (o así lo considerábamos), vivimos recordando cuando éramos los cheches de la novela.

No paramos de rememorar esas vivencias, donde nos sentíamos estrellas del show, de la vida, de nuestros momentos de gloria.

No es pecado, la verdad es que todo forma parte del pasado y la historia, no es la verdad de hoy, perdió vigencia en el cotidiano, tal vez no pudimos capitalizarlo. Hoy somos diferentes, ya esa gloria no es importante en el presente. Pero para nosotros sí, porque fueron esas experiencias donde éramos un potente protagonista de la vivencia.

Nosotros albergamos con absoluto orgullo lo que logramos, incluso nos comparamos con los jóvenes, quisiéramos estar esperando que ellos vinieran por consejos, para jugar el roll de coach para decirles donde fallamos para que no transiten ese camino fallido y los salvemos de esa amargura que experimentamos. Son pocos los que se apoyan en esa experiencia, porque suelen creer que se las saben todas.

Esos momentos de gloria, son remembranzas que nos dejan un compartir de experiencias, de vivencias y un arsenal de trabajo y dolor que podemos aportar, ojalá existe un grupo de “donde busco información” para poder aportar tanto y tanto de lo vivido, pero la gente debe llevar sus propias experiencias y coñazos para aprender, pero entonces ¿para que son los libros? Allí está la experiencia de otros, valoren aquellas personas que en vida pueden compartir su recorrido.

Viva la gloria, viva la experiencia, aprovechen aquellos que caminaron por la ruta minada de explosivos para que evites ese trago amargo y aprendan.

#nodgard
#21-09-2023

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