LA DESPEDIDA
(Tiempos de Cambio)

De seguro todos en algún momento necesitamos poner un alto en nuestra vida, en nuestros hábitos, a lo cotidiano, a aquello que vimos como “normal” o “común” y hasta dábamos por bueno hacerlo de forma repetitiva, sin importar el juicio de terceros o luchando incluso con los preceptos propios; Pero le otorgábamos un alto nivel de aceptación o tolerancia para dar visa o licencia de acreditarlo como correcto o de placer en nuestro día a día.

Confieso que me he hecho cómplice de algunos hábitos, por llenar ese espacio o sustituirlo por otras cosas mejores o más sanas, menos dañinas para mí, pagando el precio de mi salud, de mi paz, de mi dormir bien y completo incluso, de dejar pasar momentos, salidas en familia o pareja, experiencias, nuevos aprendizajes, vivencias y más solo por hacer continuamente lo mismo. Mala mía.

Ha sido una posición cómoda y banal, pero este año 2024 decido que todo va a cambiar y como nacen los cambios genuinos NO TIENEN que ser impuestos por terceros, cobran más fuerza cuando salen de tu yo interior, del resultado de auto evaluarte y formar el criterio de descartar eso y sumar nuevos hábitos y cosas que hacer, aprender, vivir y experimentar.

Me he dejado guiar por vacíos absurdos, por la necesidad de controlar vidas desde el ego y mostrar un camino que yo veo y creo genuinamente como bueno para imponer mi criterio de forma tonta, mostrando la ruta que ellos no ven y que a mi criterio deben transitar (olvidando su libre albedrio) por derechos pendejos que experimenté y creí tener y justifiqué con ello el “yo puedo” y por eso me doy el gusto y hasta es mi deber y misión.

Soy consciente de mis debilidades, por ello hoy levanto un muro que me OBLIGUE a cambiar y hacer las cosas de una forma diferente, espero que por el resto de mi vida y/o hasta que aparezca en mí una nueva necesidad de cambiar (cosa que pasa cada tantos años).

Con el tiempo y la preparación he trabajado en ser coherente con mi pensar, actuar, con mi ejemplo y liderazgo, pero existen rasgos y actuaciones que no eran del todo así, lo cual generaba en mi yo interno un conflicto y un desgaste innecesario, una dicotomía que me hacía sentir incoherente, que no era leal del todo con mi discurso, HE TOMADO LA DECISIÓN de cambiar algunas cosas, aprender a que resbalen ciertas posturas de terceros y evitar jugar el rol de salvador del mundo, cada quien tiene su vida y forma de pensar, el derecho y necesidad a “machucarse los dedos”, no seré más un evangelizador ni guía espiritual de nadie que no lo pida expresamente a mí, que cada quien viva sus experiencias, yo viví y sigo viviendo las mías, con lo bueno y malo que ello implique, llegó mi hora de tomar el sartén por el mango, como muchas cosas en mi vida en silencio, sin consultarlo, sin pedir más opinión que a mi conciencia y visión.

Este mes de abril 2024 y parte de marzo decidí generar en mi un camino físico y mental que me lleve a retomar el camino y salir de una zona de confort cómoda y cargada de placer, deber y compromiso efímero que no dejó nada bueno más que comprometer mi salud, mi estado anímico, mental y emocional.

Hoy me despido de un rol personal que jugué casi desde que emigré a Panamá en el 2010, buscando una conexión que nunca llegó, un auto perdón que no hacía falta, una justificación que nadie me pidió, un vacío que no hacía falta llenar (hoy lo comprendo) y un hábito de lucha tipo PALADIN que no pertenecía a la fórmula de mi vida anterior a esa fecha.

Le doy la bienvenida a un nuevo hombre, al hombre que siempre fui y me auto catalogo como brillante, ejemplar, coherente, paciente, tolerante, valiente y sobre todo sano. Él me va a acompañar tanto como sea posible, mi disposición, preparación, voluntad, responsabilidad y conciencia serán pieza vital en el logro de este reto que desde ya tiene sabor a triunfo, como todo en mi vida.

NO lo hago por nadie más que por mí.

#Nodgard
#30/03/2024