TRAVESIA
Cada viaje es una experiencia, cargada de expectativas de lo que soñamos que ocurra, lo planificamos, lo visualizamos, en mi caso hasta lo endoso la divinidad para que todo salga bien, incluso suelo pedir conseguir que a mi regreso que todo esté en mi origen mejor que como lo dejo.
Me encomiendo al universo para que me dé la sabiduría de ver y caminar sobre aquello que debo conseguirme para hacerlo lo mejor posible.
Antes, recuerdo que viajar era una experiencia emocionante, ahora solo ansío llegar, es una variante, porque lo que anhelo es pisar la tierra a donde voy, pasar los procesos cotidianos, desde migración, aduana y más. Que todo sea a mi favor.
No es que me lo gozo, es que lo mejor está después de esos tantos aviones y transbordo, ya no le brindo atención por ejemplo a estar en la ventana, prefiero el pasillo, para ir al baño sin entorpecer al otro pasajero.
Incluso ya no tengo expectativa en lo que ofrece el vuelo porque cada vez es menor y decadente.
Antes casi no dormía de la emoción, ahora solo quiero que pase para llegar, el llegar es mi meta.
La travesía, es diferente, no menos emocionante, solo que ahora es con más sentido común, será una vaina de madurez o falta de fantasía.
Igual me gozo cada viaje, pero lo mejor está sin duda luego del avión, de los tramites de migración y aduana. Mi destino es lo que me importa, las vivencias, lo planeado y hasta incluso lo que no programo, las sorpresas de la vida y el existir.
¡Vida sorpréndeme!
#Nodgard
#20-10-2024
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