ORIGENES
Nunca puedes olvidar de dónde vienes, siempre salta a tu mente tus vivencias, todos los que hemos migrado llevamos como unos genes extraños que no cesan de hacerse presente y ser protagonista de comparaciones, tu podrás estar donde sea, pero siempre extrañas algo, el queso, la comida, la música, las calles, la navidad, tus amigos y lo que dejaste detrás.
Lo cierto es que intentar borrar tus bases es casi imposible, te puede ir muy bien en donde migraste, pero siempre extrañas algo, pareciera que tus raíces son elásticas, al punto irrompible, porque se estiran entre continentes.
Yo en lo particular, aunque me siento cómodo donde estoy en #panama, siempre hay cosas que uno extraña, el país producto de tanto emigrante ya se consigue de todo acá, desde los tumbarranchos, tequeños, lomo negro, pabellón, reina pepiada, etc. Pero nada como comértela en tu entorno, es como cuando te comes un pescado frito en un restaurant, pero nada como comértelo en una playa de tu país, con los pies en la arena y ver el paisaje, es una vaina mágica, que gira en torno a una trampa bonita emocional que te transporta y te hace soñar.
No hay forma que llegue una fecha como diciembre donde no te mueva la fibra y el alma, te lleva a otro nivel, se agolpan los recuerdos, la música, en mi caso la Gaita Zuliana, que cada una es una música – terapia, que te lleva a muchos recuerdos del pasado, a tu gente, a tu infancia, cosas así tenemos que enfrentar.
Tus origines van acompañado de tus valores, por eso algunos nos portamos mejor que otros, porque traemos en la maleta un intangible que son los valores bonitos que impiden que hagas cosas malas, si no que seas un emprendedor, un luchador y te luzcas dando lo mejor al país donde emigres, es algo congénito y casi paradigmático que debes hacer bien porque si, otros lo hacen mal y no merecen la oportunidad que les da un nuevo país.
¡Respeta tus origines, pero hazlo bien!
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