¡AYUDA!
Buscar ayuda o apoyo terapéutico no es pecado, tampoco es un símbolo de debilidad y menos de locura (aunque tener un toque de “locura” es de sabios), los más grandes creadores tienen el grave problema y punto en común que su mente no para, sobre salen de los demás porque su creatividad y capacidad de juzgar el mundo, su comportamiento, sus anomalías están allí y él puede verlo, no descartes que tu despertar se confunda con locura, es lo que te puede hacer diferente, especial y visionario, repito los más grande creadores han sido unos grande soñadores, imaginadores, hasta de los que los “simples” llamen loco.
Suelo decir en mis charlas que un odontólogo no se saca una muela, ni un peluquero se corta el pelo, siempre necesitamos alguien que sea un espejo donde expresarnos y drenar lo que otros no ven, hasta aquello que nosotros mismos somos incapaces de ver, nos acercamos los problemas, los conflictos como un muro inmenso que nos imposibilita ver que hay detrás de un paisaje hermoso, esos terapeutas o “AYUDA” nos permiten organizar la ideas, equilibrarlas, alinearlas y entender el orden absoluto como deben entrar de uno a uno en nuestra mente, nuestro raciocinio y solo así poder entenderlo si verlo como una pelota inmensa con la que no podemos lidiar, te pasa a ti y a mí.
Buscar ayuda es un tema apológico, muchas veces dirás cosas que al decirlas toman sentido, pero expresarla con un experto que saben dónde va cada cosa, es como consultar un experto en rompe cabezas, sabe que pieza colocar en qué momento y te ayuda a hacerlo bien, no es un síntoma de debilidad ni de flaqueza, es tu momento honesto, tu entrega a ello te hace grande, te apoya a conciliar caminos y tomar decisiones organizando las ideas y vivencias a manos objetivas sin estar en el torbellino del huracán.
Cuando tu alma lo pida, hazlo, busca apoyo, ayuda de expertos, verás que tienen ellos la habilidad desenredar tus nudos y avanzarás más limpio y empoderado de lo que hay dentro de ti y vas a lograrlo.
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