Nodgard Seguias

  LO RIDICULO DE LA GUERRA En lo particular me parece que a esta altura de la vida aparezca una guerra tiene tanto que analizar, como primer elemento es innecesario, habiendo tantas herramientas de dialogo, de negociación, incluso de tecnología que poner a humanos a perder su vida en una lucha me parece tan injusto como impensable. Soy fiel creyente que hablando y negociando se pueden resolver muchos temas, buscar mediadores, puntos de encuentro y hasta discutir los desencuentros, sé que mucho de esto pasa por intereses económicos, políticos, estratégicos y más, pero en el fondo es como una satisfacción de poder, ese ego que embasura la vida tristemente. Yo me pregunto ¿porque mejor los mandatarios en diferencias se montan en un ring de pelea hasta desgastarse para saber ellos solitos quién gana? sin dañar tantas ciudades, gentes, niños, propiedades y más, tal vez así ellos sintieran a puñetazos sentidos en su humanidad lo que duele hasta que caiga el otro rendido como perdedor.

LO QUE NO PODEMOS CONTROLAR En muchos escenarios de la vida solemos actuar como controladores , tener todo calculado y a nuestra mano, es como una sensación que no permitimos que nada nos sorprenda o se improvise, lo vemos como una absurda cualidad, pero EN REALIDAD no nos damos el permiso esperar cosas nuevas, esas que no estaban escritas, que ocurren porque el ritmo de la vida no es solamente nuestra línea de mando, si no que el mundo tiene su propio girar, esas cosas que aparecen sin planificarlas también son buenas y valiosas, nos enseñan que no tenemos el poder planificar todo, si no mostrarnos un camino o reglas que no pensábamos que podía pasar, suele ser enriquecedor, nos nutre y lo más importante nos deja el aprendizaje que elementos exógenos puede aportar a nuestro camino como bueno y vivencias que nos nutren. Controlar no siempre es bueno , porque nos inhibe de la sorpresa, de los elementos que están allí por propia inercia que nos llegan, aprendamos a vivirlos sin cues

    MENTIRAS Las mentiras suelen ser como fantasías que requerimos repetir con la esperanza optimista que se hagan realidad, las repetimos en sobre el público que las oyen a ver si las creen o incluso nosotros mismos, esas cosas que anhelamos que pasen, es tristemente lamentable que no seamos capaces de vivirlas o hacerlas realidad, es una forma alimentarnos para vivir un personaje que se las gozan soñando que pasen. Existen muchos tipos de mentiras, las piadosas, las crueles, las imaginarias, las invivibles, las aparentistas, las anhelantes y más. Lo cierto es que de una forma u otras son fantasías, el peligro está solo cuando las repetimos tanto que nos las creemos, jugar el roll de mitómanos es casi enfermizo, solemos inventarnos de todo, es un alimento para el alma, para el ego, fabricamos eso momento que muchas veces no han sucedido, pero quisiéramos que pasaran ¿Por qué? No se trata que no podamos tener la capacidad de que pasen, si no que nos falta voluntad, estrategia,

  EL VIAJE (el buen café) Todos en algún momento debemos partir, a veces no da ni tiempo a hacer las maletas, nos toca despegar de éste plano, sin avisar, sin un pre aviso, solamente nos llama la divinidad y nos vamos al encuentro a una nueva dimensión, allí se disparan las diversas perspectivas de las distintas religiones, pero lo cierto quitando polvo y paja, nos vamos , se separa por vez primera el alma de la materia, a donde va el alma es difuso, abstracto pero la materia se queda, algunos pues optan por sembrarlas otros por cremarla, pero cierto es que queda como el buen café que colamos, la pura borra, durante toda la vida hemos colado el buen café, esa esencia es lo que hemos logrado crear y dejar, ese precepto que te invita a vivir el día una vez es cierto, 100% cierto, porque la vida nos saca el jugo igual que el buen café, esa tacita que tiene un colado mágico somos nosotros, la borra está allí pero nosotros somos el café calientico. Nos toca degustar la esencia, las viv